martes, 24 de marzo de 2015

Ejercicio del Via Crucis

El Viernes de la quinta semana de Cuaresma, popularmente conocido como Viernes de Dolores, nuestra cofradía realiza el ejercicio del Via Crucis de una manera especial. Especial por la inmediatez de la Semana Santa y especial por el carácter celebrativo y comunitario que este acto de oración tiene. Comunitario porque la cofradía sale de su Sede de la Iglesia de San Joaquín y Santa Ana y se dirige al vecino templo de la Parroquia de San Lorenzo a la que la cofradía pertenece. Junto con la comunidad parroquial y pueblo fiel de la ciudad, se meditan los misterios de la Pasión de Jesucristo.

El rezo de las distintas estaciones que conforman el Via Crucis se acompaña con breves reflexiones, apoyadas en la lectura de la Palabra de Dios, además de cantos populares típicos del tiempo de Cuaresma y Semana Santa.

Sin duda, la nota característica de la celebración de este Ejercicio del Via Crucis es la simbología que se va haciendo presente a medida que avanzan las distintas estaciones. A partir de la Décima estación la simbología está basada en la puesta en escena mediante la iluminación, el silencio, los sonidos de martillo simulando la crucifixión y sobre todo, la elevación de la imagen de Cristo Crucificado perteneciente a la parroquia. Tras la elevación de la Cruz por parte de los Hermanos de andas, la iglesia queda  a oscuras y un breve pero intenso silencio llena el templo, recordando la muerte de Jesucristo. Posteriormente, dos únicas luces en el templo, la de la Imagen Titular del Santo Cristo Yacente y la de Nuestra Señora de San Lorenzo, recuerdan el momento en que Jesús es bajado de la cruz y puesto en los brazos de su Madre.


En la última estación, razón de ser de la Cofradía, unos hermanos cofrades portan solemnemente el sudario con el que cubrirán el Cuerpo Muerto de Jesús. Es el momento final del Via Crucis y es también un anticipo del solemne acto del Epitaphion, que la Cofradía celebra el Viernes Santo, al concluir la Procesión General.

Tras el canto de la Salve Popular a la Patrona de Valladolid, la Cofradía regresa a su sede en el Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.   

Miguel A. González Expósito




Este año, el Via Crucis tendrá inspiración teresiana, al estar celebrándose el Año Teresiano con motivo del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa.

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